26 de junio: Día Internacional de Apoyo a las Víctimas de la Tortura.
En 1997 la Asamblea General de las Naciones Unidas proclama el 26 de junio como el Día Internacional de Apoyo a las Víctimas de la Tortura, pues ésta destruye la personalidad de la víctima y desprecia la dignidad intrínseca de todo ser humano. Sus consecuencias generalizadas a menudo van más allá del acto aislado sobre un individuo, ya que puede transmitirse de generación en generación y conducir a ciclos de violencia interminable.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha condenado desde sus comienzos su práctica por ser uno de los actos más aborrecibles que los seres humanos cometen contra sus semejantes y la define como cualquier acto en alguna persona en el ejercicio de funciones públicas o funcionario público, inflija intencionadamente a una persona algún sufrimiento grave, ya sea físico o mental, con el fin de obtener de ella alguna información o confesión, de castigarla por un acto que haya cometido, o se sospeche que ha cometido, de intimidar a esa persona o a otras, o incluso por cualquier razón basada en cualquier tipo de discriminación.
Respecto a la erradicación de la tortura, a partir de los años ochentas se han logrado avances significativos en el desarrollo de leyes e instrumentos jurídicos, además de que se impuso la prohibición de la tortura. En 1981 se creó el Fondo de Contribuciones Voluntarias de las Naciones Unidas para las Víctimas de la Tortura, para financiar a las organizaciones que prestaban asistencia a las víctimas de tortura y a sus familias.
En 1984 se aprobó la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, la cual entró en vigor en 1987. La Comisión de Derechos Humanos nombró en 1985 al primer Relator Especial sobre la cuestión de la tortura, un experto independiente al que se le encomendó la misión de informar sobre la situación de la tortura en el mundo. Se aprobaron además varias resoluciones en las que se establecían principios generales para el trato de los reclusos y detenidos y se destacaba la importancia que podía tener el personal de atención de la salud en la protección de los presos y detenidos contra la tortura.
Hasta que en 1997 se proclamó el Día Internacional de Apoyo a las Víctimas de la Tortura, con el único objetivo de erradicarla totalmente, pues a nivel internacional es considerada un crimen, no tiene justificación y está prohíbida en todos lados.
Información vía un.org