42 años de Mad Max
Han pasado 42 años del estreno de Mad Max: Salvajes de Autopista y, un buen tributo a la cinta, es hablar un poco acerca de un par de curiosidades que giran en torno a la película dirigida por George Miller.
George, director del film, estudió cine en su tiempo libre y debutó como director con Mad Max, pues hasta entonces su tiempo lo pasaba en las salas de emergencia de un hospital, en donde trataba con pacientes que habían tenido accidentes automovilísticos, estos le inspiraban.
Miller financió la película gracias a su trabajo como médico de urgencias, por ello el presupuesto de la cinta fue corto, tan reducido que el director incluyó su coche en una de las escenas y al resto de vehículos disponibles constantemente les daban baños de pintura para poder utilizarlos más de una vez. Irónicamente recaudó cien millones de dólares en todo el mundo y fue considerada la película más rentable de la historia hasta finales de los 90, cuando “El proyecto de la bruja de Blair” la desbancó.
Se rumora que originalmente Mel Gibson, protagonista del film, solo iba acompañando a Steve Bisley (Goose, en la cinta), sin embargo llamó la atención de al ir con la cara llena de moretones por una pelea que tuvo en un bar la noche anterior.
Gibson se negó a usar un doble en las escenas de riesgo, pero cuando la cámara enfoca en primer plano la rodilla de Max, no es la de él, sino la de Chris Murray y, cuando su brazo es aplastado por una motocicleta, es en realidad el brazo de Grant Page; así como cuando Max visita a Goose en el hospital, después de su accidente, la mano quemada que aparece es la de Sheila Florence, quien interpreta a May Swaisey.
La película se rodó en doce semanas sin permisos, pues según Miller, no había nadie a quien pedir permiso, la policía ayudó a cerrar las calles para el rodaje.
George Miller quedó insatisfecho con el resultado final de la cinta.