La historia de Ersébet Báthory, conocida popularmente como “La Condesa Sangrienta”
El 7 de agosto de 1560 nacía en Hugría, Ersébet Báthory; la mujer que era bastante bella, provenía de una de las familias húngaras más ricas de la época, de ahí su título de condesa.
A pesar de que tenía una apariencia angelical, estaba obsesionada con el esoterismo y poseía gustos bastantes excéntricos, entre ellos se encontraba el bañarse con sangre; ya que creía que esto la mantendría joven y bella por la eternidad.
Muchos de los investigaron señalan que la endogamia practicada por los miembros de su familia, fue la principal causa de las practicas excéntricas de la aristócrata. Por otra parte, a la corta edad de cuatro años, se dieron cuenta que Ersébet tenía un trastorno conocido como epilepsia.
A pesar de casarse con el conde Ferenc Nadasdy, la joven decidió mantener su propio apellido y fue su esposo quién cambió el suyo, algo raro para la época. Al poco tiempo de contraer matrimonio, la condesa comenzó a pasar largas temporadas sola en el castillo, ya que su marido tenía que acudir al campo de batalla.
Debido a esto, Báthory comienza a interesarse por el mundo del esoterismo, rodeándose de una siniestra corte de brujos, hechiceros y alquimistas. Con ello, comienzan las prácticas sádicas que hacían temblar a cualquiera en el castillo.
Después de la muerte de su esposo, conocido como “El Caballero Negro de Hugría”, Ersébet comienza a tener relaciones amorosas con personas de su mismo sexo y las visitas a su tía Karla Báthory, quien era lesbiana empiezan a ser más frecuentes, hasta el punto de participar en algunas orgías.
Además de tener relaciones con las doncellas, Báthory disfrutaba de corregirlas y someterlas a torturas. En una ocasión, una de sus sirvientas se encontraba arreglándole el cabello y tras un pequeño jalón, le dio una bofetada que hizo sangrar a la joven sirvienta. Convencida de que la piel donde había caído la sangre lucía más joven, mandó a que le cortaran las venas y el cuello a la sirvienta y que llenaran una bañera con su sangre.
Durante once años, sus sirvientes se encargaron de secuestrar a jóvenes para poder complacer a la duquesa con sus baños de sangre. Esto genero que varios rumores se extendieran por el pueblo, que se convirtieron en una realidad cuando docenas de niñas fueron encontradas sin vida cerca del hogar de Báthory.
Aún cuando las atrocidades que la duquesa cometió, su juicio nunca se llevó a cabo. Sin embargo, fue condenada a prisión en el castillo Esei, donde murió cuatro años después.
Los documentos del juicio de le Ersébet estuvieron ocultos durante más de cien años en el castillo del Conde Thurzo, quien era su primo. Estos demostraban la unión que existía entre la familia Báthory y la de Vlad Tepes, que es conocido como “Drácula”.