Reportan caso de atención médica deficiente en el ISSSTE de Querétaro
El pasado 10 de abril, don Benito Galeana, de 83 años de edad acudió al hospital del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE) por un dolor de garganta, sin embargo este sufrió una caída, la cual generó que se golpeara la cabeza y quedara inconsciente.
En ese momento, Benito ingresó al hospital, donde aparentemente lo revisaron, sin embargo este se fue a casa sin una tomografía, la cual permitiría conocer el daño que dicho golpe le provocó.
De acuerdo a las declaraciones de Karla, la hija de Benito, el ISSSTE mintió respecto a la supuesta tomografía que había sido realizada a su padre. De hecho, la institución médica, no les ha dado un diagnóstico puntual hasta ahora.
“Queremos que lo operen y que lo atienda un neurocirujano, porque nos dicen que está de vacaciones, que renunció, que está en un diplomado. Nos tienen sin informes” aseguró Karla.
A tan solo días de su accidente, Benito continuaba con fuertes dolores de cabeza, los cuales lo llevaron a urgencias.
En esta ocasión, la doctora que les brindó la atención mencionó que le urgía una tomografía, pues este presentaba mareo y vómito; la familia afirmó que dicho estudio ya se había realizada, sin embargo se enteraron que el ISSSTE llevaba un mes sin tomógrafo.
Por esta razón, canalizaron a Benito al Hospital General de Querétaro, donde descubrieron una hemorragia, la cual aparentemente era un «hilito”, el cual se curaría con el tiempo.
Al día siguiente, dejó de moverse y de hablar y los dolores de cabeza aún persistían.
“Su maridaba estaba perdida, se hizo del baño involuntariamente, llamamos a una ambulancia, lo trajeron a urgencias, de ahí al Hospital General a otra tomografía y nos dijeron que tenía una hemorragia más grande y severa” comentó su hija.
Por esta razón, Benito inició rehabilitación privada, donde le apoyaban a pararse e incluso caminar, sin embargo en casa este perdió el equilibrio y se golpeó la cabeza nuevamente.
“Lo llevamos a urgencias del ISSSTE, dijeron que harían los estudios, dijeron que estaba bien, a pesar de que sangró la nariz (…) Nos vamos a casa, pasa una semana, empezó a decir cosas raras, lo trajimos a urgencias y nos dijeron que tuvo un infarto cerebral”.
Ante dichas inconsistencias, Karla solicitó el resumen clínico de su padre, sin embargo afirmó que en el área de trabajo social la habían regañado.
“No me dan el resumen clínico para saber que estudios le han hecho y cuando” finalizó.