Descargan en el Océano Pacífico agua radiactiva de planta nuclear de Fukushima
La operadora de la planta nuclear de Fukushima Daiichi, escenario de una catástrofe provocada por un tsunami hace más de 12 años, ha iniciado la descarga de agua radiactiva tratada en el océano Pacífico, lo que ha desencadenando una serie de protestas y tensiones diplomáticas.
A medida que la primera remesa de agua contaminada entra en el océano, Japón se enfrenta a un veto de productos marinos por parte de China, agudizando las preocupaciones sobre la seguridad alimentaria y la reputación de los productos japoneses.
El proceso de liberación de agua radiactiva ha desencadenado fuertes reacciones tanto dentro como fuera del país. Grupos de pescadores en Japón temen las consecuencias para la reputación de sus productos, mientras que China y Corea del Sur han expresado su inquietud, transformando este acto en un asunto político y diplomático. China ha prohibido la importación de pescado y mariscos de Japón en respuesta a esta maniobra, citando preocupaciones sobre la salud y la seguridad alimentaria.
Las autoridades japonesas defienden la descarga como necesaria para crear espacio en la planta y prevenir fugas accidentales. Aseguran que el agua ha sido tratada y disuelta siguiendo estándares internacionales y que su impacto ambiental será mínimo. Sin embargo, científicos señalan que la preocupación radica en el impacto a largo plazo de la radiactividad de bajo nivel que permanece en el agua, lo que demanda mayor atención.
La comunidad científica está dividida en cuanto a la seguridad de esta operación. Tony Hooker, director del Centro para Innovación, Educación e Investigación de Radiación en la Universidad de Adelaida, considera que el plan es seguro y que los niveles de radiación están por debajo de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Aun así, la falta de una explicación clara sobre el tema contribuye a la polarización de opiniones.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) está supervisando el proceso y garantiza que se lleva a cabo de acuerdo con los estándares de seguridad. Con expertos en el terreno, el OIEA busca asegurar que la descarga se realice de manera controlada. La agencia de la ONU también lanzará un sitio web con información en vivo sobre la operación.