La Voz del Poder
CETQRO. Algo tiene el Centro de Trasplantes de Querétaro que todo el que pisa esa Dirección se quiere volver loco. Ya anteriormente la doctora Rosario Hernández dirigió los destinos de este descentralizado; la mandaron al Cetqro porque, dicen, en SESEQ de plano no la aguantaban y ya les urgía que se jubilara. Hoy, Álvaro Ugalde, actual titular, ya va por el mismo camino de pérdida de cabales, pues a parte de haber ingresado como inexperto en el rubro, trasciende que amenaza a sus subalternos bajo el argumento de que “no tienen idea de con quién se meten”. Probablemente sea la edad o, en serio, conducir esas siglas los lleva directo a la locura. Comienzan a llover las demandas.
Sí quiere. Con los recientes movimientos del tablero en Morena, unos mejor se echaron a dormir mientras que para otros el sol comenzó a brillar con más intensidad. Aunque las señales ya eran demasiado claras, aquí se lo decimos con toda franqueza: Andrea Tovar Saavedra quiere bien y buscará la presidencia municipal de Querétaro. A la legisladora se le han alineado los astros y parece ser que aprovechará la mano que le salió en la baraja para apostar alto.
Catastro. Dicen que quien despacha en Hidalgo 66 se frota las manos para poder dirigir el Instituto Registral y Catastral, pero de momento tendrá que aguantarse pues parece que el documento no ha sido publicado y, aún cuando eso suceda, tendrá que esperarse 180 días más. Quienes le rodean lo han visto nervioso y ansioso, pues son varios los tiradores a ese nuevo Instituto, y ante el escenario actual de incertidumbre ya no sabe para dónde hacerse. Sereno moreno, no vaya a ser que de tanto frotarse las manos se le vayan a quemar las intenciones.
JJJ. “Andan distraídos”, señaló el triple J en su intervención durante el segundo informe de gobierno de Mauricio Kuri. El arquitecto dijo que ya eran 22 estados gobernados por Morena, y que quienes no estaban en esa tónica pues de plano estaban perdidos. Sí, claro, a los queretanos les urge estar como en Guerrero, Veracruz o Chiapas. El expriista es un sofista de alto calado, pero su verborrea a nadie enamora. Su discurso ganó 3 o 4 aplausos pero de pura lástima. Quizá debería retomar su carrera profesional, esa que le costó harto trabajo sacar.