El pingüino y su muestra de amor más leal
Los animales, a pesar de no tener la misma conciencia de un ser humano, logran tener actos bastante curiosos e incluso hasta más “románticos” que los que los mismos humanos suelen tener.
Cuando un pingüino macho se enamora de un pingüino hembra, este busca una piedra “perfecta” para obsequiársela; una vez que la encuentra, se inclina y la coloca frente a ella.
Si la hembra logra cautivarse con la piedra que el macho le obsequió, esta se tendrá que inclinar y tomarla, aceptando también su propuesta.
Es importante mencionar que los pingüinos suelen desplazarse en grupos, sin embargo muchas especies eligen ser monógamas, tomando una pareja con la que se aparean durante varias temporadas o incluso toda la vida.
Una vez al año, estos regresan al mismo lugar de anidación y a pesar de tener bastante tiempo separados, estos suelen reconocerse entre sí por sus vocalizaciones únicas.
Dichas vocalizaciones son distintivas y muchos las denominan como ”la canción del corazón”. Este fuerte vínculo y lealtad hacia una pareja lo ha llevado a considerar a los pingüinos como símbolo de fidelidad y amor en varias culturas.