Las aterradoras brujas de Colón
El municipio de Colón tiene una vieja historia que se remonta a muchos años antes de la llegada de los españoles, cuando el pueblo ni siquiera llevaba este nombre. Era una zona de constante conflicto entre los chichimecas y los otomíes, conflictos que nunca encontraron un desenlace claro debido a la llegada de los conquistadores europeos.
Hoy en día, Colón es hogar de la impresionante basílica de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano, un sitio de grandes peregrinaciones. Sin embargo, detrás de la devoción y la belleza de este lugar, se oculta una historia inquietante que merece ser contada.
Para llegar a la basílica, los peregrinos deben pasar primero por la capital de Querétaro y luego dirigirse hacia la Cañada. A partir de este punto, el viaje se complica, pues la región está repleta de colinas y montañas, además de que las temperaturas a menudo son extremadamente altas, lo que puede resultar en un desafío físico considerable para algunos.
Pese a las dificultades, muchos peregrinos emprenden este viaje con la esperanza de que sus peticiones sean escuchadas y respondidas, sacrificio que es visto como un acto de fe y devoción. Sin embargo, no solo la naturaleza es un obstáculo en este camino, y es que los viajeros deben estar alerta, pues la ruta es conocida por ser acechada por ladrones y bandidos que esperan aprovecharse de los creyentes.
Aunque quizás el obstáculo más inusual y aterrador son las brujas de Colón, las cuales se han vuelto famosas por aparecer en este camino, especialmente durante la noche. La caravana de peregrinos puede encontrarse en este lugar después de la media noche, y se dice que en esas horas es más probable que se tope con estas aterradoras mujeres.
Las brujas de Colón se manifiestan como bolas de fuego que flotan en el aire, revoloteando sobre los árboles. Lo más sorprendente es que, a pesar de estar compuestas de fuego, no queman ni dañan la vegetación por donde pasan. Aquellos que conocen la leyenda intentarán ignorarlas y rezar para que no se acerquen.
Cuentan que algunos peregrinos, ajenos a la historia, pueden sentirse atraídos por la misteriosa belleza de estas bolas de fuego y decidir seguirlas. Desafortunadamente, ninguno de aquellos que ha tomado este riesgo ha regresado para contar su historia.
Las brujas de Colón forman parte de las historias de miedo y misterio que rondan en Querétaro, lo que hace que más de uno se lo piense dos veces antes de aventurarse a pasar la noche en esta región. La magia y el misterio de Colón siguen siendo un enigma que continúa intrigando a quienes se aventuran en busca de respuestas.