Querétaro: el tratado Guadalupe-Hidalgo y la entrega de medio México a Estados Unidos

Irónicamente fue el 15 de septiembre de 1847 cuando la bandera de Estados Unidos ondeó en Palacio Nacional. Se trató probablemente de la máxima humillación en la historia de México. La fuerzas norteamericanas se habían hecho del control del país y dio pié a la renuncia del entonces presidente de México, Antonio López de Santa Anna, trasladando el poder al entonces presidente de la Suprema Corte de Justicia, Manuel de la Peña y Peña, mismo que estableció Querétaro como punto de encuentro del Congreso y los gobernadores del país. El objetivo era uno: salvar a la nación.

El recinto elegido para esta tan relevante reunión entre la cúpula política en México fue La Academia, hoy Auditorio Esperanza Cabrera. Ahí iniciaron las negociaciones y finalmente se le dio forma a un tratado, cuyos planteamientos con Estados Unidos iniciaron el 2 de febrero de 1848 en Villa de Guadalupe Hidalgo, establecía el ceder parte del territorio de México a los Estados Unidos, lo cual representaba una reconfiguración de las fronteras, situación que requería de la aprobación del senado de ambas naciones.

Fue en mayo de 1848 cuando los congresistas mexicanos llegaron a un consenso y aprobaron con 51 votos a favor y 35 en contra, lo que significaría la reducción territorial de México y la ampliación de los norteamericanos. Manuel de la Peña fue determinante en la negociación pues insistió en que el tratado salavaba a México y eso es lo que se tendría que priorizar, la presión aumento toda vez que el entonces presidente interino firmó el documento en una mesa que aún se conserva en el Museo Regional de Querétaro.

El recinto en el que se dio legitimidad a la decisión del Congreso Mexicano en 1848 sigue en pie en el primer cuadro de la ciudad de Querétaro, justo en la calle Hidalgo, frente a la Escuela de Laudería, se observa a una casa de aspecto gris, cuya puerta principal luce enmarcada con dos placas que le identifican como la casa en la Manuel de la Peña y Peña acreditó ceder la mitad del territorio mexicano a los Estados Unidos bajo la condición que su ejército desocupara la capital del país.

Fue así que hasta el mes de junio de 1848 que Querétaro fungió como sede del entonces denominado como Supremo Gobierno, culminando con no sólo la firma del tratado Guadalupe-Hidalgo, sino con la primer impresión de éste documento, la cual se efectuó en la imprenta de Mariano Lara, se ubicó temporalmente en Querétaro en la calle de Chirimollos número 15 (hoy Pasteur Norte 26-b), la misma imprenta que manufacturaba el periódico más importante de la época: El Correo Nacional.

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