Tribus de Morena disputan el control de 4 consejeros del INE

TRAS LA VERDAD por Héctor Parra Rodríguez. @HectorParraRgz

Se disputan los cuatro cargos para consejeros del Instituto Nacional Electoral, los sucios y belicosos de Morena (entre ellos). Será el Pleno de la Cámara de Diputados, quien elija por votación calificada de las dos terceras partes de los asistentes, a los consejeros. No tienen problema para designarlos, manejan los votos suficientes para escogerlos. El artículo 41, fracción V, Apartado A, inciso a) de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, describe con claridad el procedimiento para la designación de los miembros del Consejo General. La normatividad les permite tener primacía, al controlar los votos necesarios para ello. Sin embargo, su rijosidad es tan grande que entre ellos se disputan los nombres de quienes serán los próximos consejeros; de ahí que el legendario Porfirio Muñoz Ledo, los haya calificado de “golpistas” a los morenistas. Son unos sucios.

El conflicto lo inició Morena desde la integración del Comité Técnico, con la tramposa e indebida incursión de John Ackerman, propuesta que hiciera la izquierdista y conflictiva de Rosario Piedra, por medio de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, lo más inhumano que pudo hacer Doña Piedra. Ackerman, norteamericano de nacimiento, no debió ser integrante del Comité, por no ser de origen mexicano. Primera falta: sucia. Así conformaron al Comité de Evaluación con siete integrantes. Una vez que conformaron la quinteta de propuestas que exige la normatividad, para cada uno de los cuatro cargos para consejeros que serán electos, surgió la segunda inconformidad. Varios de aquellos que no estuvieron en las listas impugnaron el procedimiento, les “dio palo” el Tribunal Electoral. Seguiría el ataque del norteamericano al manifestar que el procedimiento de selección estuvo sesgado, propuso reponer nombres, claro no quedaron las propuestas del pendenciero izquierdista. Conflicto entre izquierdistas.

Seguiría la inconformidad de otra “tribu” de la izquierda. Esta vez, 65 legisladores morenistas, revueltos con petistas (son los mismos) pidieron se repusiera el procedimiento; resaltan los rijosos de Dolores Padierna y Gerardo Fernández, otros de los sucios y rudos de morena, conocidos más por sus deleznables actos que por alguna propuesta razonable; la esposa del corrupto de René Bejarano Martínez; el otro, ha pisado varias veces la cárcel por sus desmanes callejeros. Estos ilusos propusieron se llevara a cabo una nueva metodología, vamos, contraviniendo lo establecido en la Constitución. Característica que distingue la ideología de izquierda, la falta de respeto al Estado de Derecho. Alegaron que no fueron elegidos los mejores perfiles y varios de ellos son contrarios a la Cuarta Transformación. Mayor cinismo no puede existir. Sucios y deleznables argumentos de esta “tribu” de izquierda. Con semejante razonamiento cualquiera de los que sean electos, quedará estigmatizado por parte de los inconformes. Culparon a los integrantes del Comité Técnico de selección, de incumplir con el procedimiento de fundamentación y motivación. Así de simples y burdos. Al final recularon.

De la lista de propuestas, en manos de Mario Delgado, coordinador de la JoCoPo, de la Cámara de Diputados, tienen la obligación de buscar consensos y formar acuerdos para elegir a los cuatro consejeros de los 20 que propuso el Comité. Otro inconforme, Delgado, sin argumento alguno, apenas atina a justificar que ahora sí están haciendo un proceso transparente, no como antes. Repite las mismas frases que López Obrador ¡Ya no es como antes! Lo cierto que tiene un grave problema: sus “aliados” reclaman cuotas de grupo, ya no de partido. El diferendo se da entre los grupos o “tribus” de Morena. Todos quieren un pedazo del pastel. No son como antes; cierto, ahora son peor, ni entre ellos logran los consensos.

Aquí las listas de las quintetas que exige la Constitución: Primera quinteta: Rita Bell López, Miriam Guadalupe Hinojosa, Olga González Martínez, Norma Irene de la Cruz Magaña y Jessica Rojas Alegría. Segunda quinteta: Carla Humphrey Jordán, Ana Lilia Pérez Mendoza, Iulisca Zircey Bautista Arreola, Sofía Margarita Sánchez y Eunice Rendón Cárdenas. Tercera quinteta: José Martín Fernando Faz Zamora, Luis Octavio Vado Grajales, Yuri Beltrán Miranda, Marco Iván Vargas Cuéllar y Reynaldo Ortega Ortiz. Cuarta y última quinteta: Gustavo Meixueiro Nájera, Rodrigo Escobar Garduño, Javier Aparicio Castillo, Uc-Kib Espadas Ancona y Jesús Arturo Baltazar Trujano. No olvidemos que tendrán que ser dos mujeres y dos hombres, por aquello de la paridad de género.

Mario Delgado, líder de la JuCoPo, contuvo a la jauría de inconformes, logró el consenso para que desistieran. Pero, bajo la condición de que ellos, los descontentos, propondrán la lista de 7, para que, de entre esa lista elijan a los cuatro consejeros. Ese no es acuerdo, es imposición ¿Simple parodia caricaturesca de teatro barato? El grupo de extorsionadores convencieron a Delgado o es “pantalla” para distraer y escogerán a los candidatos de López Obrador, quien sospechosamente ha permanecido calladito, contrario a su costumbre, conocido como: “chile de todos los moles”.

Según su convocatoria a periodo extraordinario, mañana miércoles deberán elegir. De no ponerse de acuerdo, el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, incursiona como tercero en discordia. Entra en funciones constitucionales, adquiere la facultad de designar por insaculación a los consejeros electorales del INE, según lo determina el procedimiento establecido por el artículo 41 referido con anterioridad. Claro, ante la falta de elección por parte del Pleno de la Legislatura Federal. Por supuesto que los sucios y rijosos morenistas no llegarán a ese extremo.

¿Y la oposición política en la Cámara de Diputados? Para Morena no existen, ni los ven ni los oyen. Tampoco se hacen escuchar. La disputa es entre las “tribus” del PRD, mismas “tribus” que mutaron para convertirse en morenistas. Lo que habrá que cuidar en extremo, que López Obrador, no meta manos en el INE, esa sí es una perniciosa amenaza. El kamikaze de Ackerman, aliado indisoluble de Amlo, es una de las armas para descarrilar la limpieza del proceso, en caso de serles adversos los resultados electorales. Al tiempo.

La sociedad deberá cuidar en extremo que esto no suceda. Cuatro consejeros no serán suficientes para controlar las resoluciones del Consejo General del INE, se conforma por 11. Pero sí pueden ensuciar el resultado, desacreditando a la mayoría de consejeros. Morena tendrá ojos, manos e influencia al interior del órgano autónomo, ahora que ingresen sus aliados, estos llevarán más a la nómina del INE. De ahí la amenaza del Presidente, de convertirse en “vigilante de las elecciones”; a esta amenaza de López, el Presidente del Consejo General, Lorenzo Córdova Vianello, dio respuesta inmediata, certera, prudente y legal al intruso de López Obrador; le dijo: ¡El pueblo es el vigilante de las elecciones!

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