Nibiru y la misión de traerla a México desde China
Se trata de una perrita de casi dos años de edad que se encuentra varada en China con el objetivo de reencontrarse con su dueña en Aguascalientes
Adrián Ibarra
Nibiru, perrita de un año y ocho meses de edad, fue rescatada y adoptada hace casi dos años en un parque público de Shanghái, China, por Brianda Sámano, mexicana anteriormente radicada en aquel país asiático.
A partir de ese momento y hasta antes de la pandemia, Nibiru y Brianda fueron inseparables, sin embargo, el coronavirus tenía otros planes para ellas.
«Tenía 3 años viviendo en China y hace casi dos la encontré en un parque, estaba en una caja de cartón, mojada y sucia. Yo ya tenía la idea de tener un perro y cuando la vi me enamoré y me la quedé por siempre.
Ante el primer brote de coronavirus en Wuhan, Brianda se vio obligada a regresar a México, el 2 de febrero de 2020, dejando a Nibiru encargada con amigos, sin imaginar que el coronavirus se convertiría en pandemia y que haría casi imposible su regreso al continente asiático.
«Yo pensé que me iba de China por dos semanas, así que la dejé encargada con un amigo mexicano, después él también se regresa a México y tuvimos que dejar a Nibiru en un lugar encargado de cuidar perros. Pasó más de un mes ahí y pagaba 300 pesos por día por su cuidado y alimentación, sin pensar que el brote del coronavirus se volvería pandemia. Los gastos comenzaron a hacerse muy pesado y busqué a alguien que me ayude a cuidarla, encontré a un voluntario que al final no resultó lo que esperaba y a causa de problemas con esta persona, decido que Nibiru vuelva al hotel para perros».
La situación para Nibiru no ha sido sencilla y hoy, después de seis meses de separación, Brianda sigue haciendo esfuerzos por reencontrarse con su mascota, sin solución, pero sin bajar los brazos en su intento.
El mes pasado, surgió la opción de un vuelo especial de Shanghái, China, a Seattle, Estados Unidos, en el que viajarían muchas personas con sus mascotas, con situaciones similares a las de Brianda, significando una oportunidad viable para la joven mexicana.
«Publiqué en ‘We chat’ (plataforma más común de chat en China), que buscaba un voluntario de vuelo para traerla a norteamérica y una chica me respondió sobre el vuelo en el que iban a llevar a muchas mascotas a sus países (Estados Unidos y Canadá). Sin embargo, al inicio me dijeron que no aceptaban en el vuelo a Nibiru porque yo no era estadounidense ni canadiense. Conseguí un voluntario estadounidense y llené un formulario y todo estaba listo para el viaje».
Los planes se vieron frustrados la semana pasada, cuando el gobierno del país asiático canceló definitivamente el vuelo de China a Estados Unidos, ante la sospecha de tráfico de animales, situación que dejaba con las manos vacías a Brianda y con el escenario de empezar desde cero su misión de reencontrarse con Nibiru.
«Cuando ya estaba todo listo para el 18 de julio de Shangai y una noche antes el gobienro paró el vuelo porque pensaba que era tráfico de animales. La gente empezó a pedir un reembolso y se desacompetó el dinero del avión».
En el aspecto personal, la situación económica de Brianda no hace posible para pensar en un regreso a China, además de la situación sanitaria que tiene muchas fronteras cerradas.
«Es complicado volver porque sigue cerrada la frontera, nadie puede ir y la inversión económica también sería demasiada elevada en caso de que decidiera volver a instalarme en China».
La historia aun no tiene un desenlace y Brianda Sámano tiene claro que seguirá intentado por todos los medios traer a casa con ella a Nibiru, su mascota de parecido a un ‘border collie’ amarillo y que para ella es como un hijo.
«Voy a luchar hasta lograr traerla, no la quiero dejar porque es como mi hijita y eso quiero hacer, voy a seguir intentando y buscar otras formas. Mucha gente se ha enterado y me han ayudado a difundirlo, hay muchas personas que me ayudan con ideas, dinero o contactos y esto está funcionando y voy a seguir intentando».
Finalmente, Brianda hace un llamado a cuidar de los animales y a generar consiencia en torno a la responsabilidad que implica tener una mascota, al tratarse de seres vivos que merecen el mismo respeto que nosotros.
«Creo que los animales son iguales a una persona porque son un ser vivo y no debemos de discriminar, creo que debemos de cuidarlos porque son seres vivos y ellos son más indefensos que nosotros y dependen muchas veces de nosotros. Creo que debemos de ayudarlos y amarlos y cuidarlos. La gente debe ser muy consiente en el día en el que decida tener mascota porque es para siempre».