Revolución Mexicana, así fue.

El próximo lunes 15 de noviembre será puente obligatorio con motivo de la conmemoración del inicio de la Revolución Mexicana. El 20 de noviembre es uno de los siete días de descanso obligatorio pues es un día festivo oficial, este año cae en fin de semana, por lo que se recorre a un lunes antes. Todos esperan el puente de esta festividad, sin embargo, muchos desconocen el porqué de este descanso.

El 20 de noviembre de 1910 dio comienzo la Revolución Mexicana, uno de los hechos históricos que marcaron el destino de la nación. Lo inició Francisco I. Madero con el propósito de quitar a Porfirio Díaz de la presidencia quien llevaba 35 años en el poder.

Todo comenzó con el Plan de San Luis que bajo el lema “Sufragio efectivo, no reelección”, buscaba derrocar la dictadura de Porfirio Díaz luego de resultar electo para el periodo presidencial de 1910 a 1914.

El Plan de San Luis llamaba a la población a tomar armas para despojar del poder a las autoridades, citándolos el 20 de noviembre de 1910 a las 6 de la tarde.

«El 20 de noviembre, desde las 6 de la tarde en adelante, todos los ciudadanos de la República tomarán las armas para arrojar del poder a las autoridades que actualmente nos gobiernan» citaba.

Tras más de cinco meses de lucha, se logró que Porfirio Díaz firmara su renuncia como presidente de la República el 25 de mayo de 2011, lo que dio paso a nuevas elecciones en las que Francisco I. Madero resultó vencedor.

A pesar del triunfo de Madero, había algunos inconformes con su nombramiento, desconociéndolo como nuevo presidente de la República, estos personajes eran Emiliano Zapata y Pascual Orozco, lo que resultó en una serie de enfrentamientos que duraron más de dos años, hasta que en febrero de 1913, tras diez días de enfrentamientos militares, hecho conocido como la “decena trágica”, Madero se vio obligado a presentar su renuncia y dos días después fue asesinado.

A partir de ese momento, Victoriano Huerta asumió la presidencia, dándosele el apodo de “el usurpador”, pues la gente no estaba conforme con su elección, por lo que, se creó el Plan de Guadalupe, emitido por Venustiano Carranza quien en 1914 logró quitar del poder a Huerta para él quedarse con el puesto.

Ello conllevó la convención de Aguascalientes que se dividió en dos bandos: los convencionalistas que reconocían a Eulalio Gómez como presidente y los constitucionalistas que apoyaban a Carranza, comenzando otra lucha más que dejó más de un millón de muertos y para 1916 otorgó la victoria a Carranza.

El conflicto tuvo fin el 5 de febrero de 1917, luego de que el presidente Carranza convocara un Congreso Constituyente para redactar la Constitución, que entró en vigor en esa fecha, marcando el final de la Revolución Mexicana.

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