Conoce la tétrica leyenda de la casa de Don Bartolo

Querétaro es una ciudad con casi 500 años de vida, además ha sido una pieza clave en el desarrollo de la nación. Esta posee una gran riqueza histórica, comparada con otras. 

La ciudad ha albergado a múltiples personajes célebres y existen un sinfín de historias que recorren sus calles. Dentro de estas historias, se incluyen las famosas leyendas, que hasta la fecha se siguen transmitiendo entre las generaciones. Una de las leyendas más famosas es la de Don Bartolo, a continuación te contamos un poco sobre ella: 

Don Bartolo fue un hombre que vivió en el siglo XVII, el cual tenía una fama impresionante y una fortuna muy grande. El hombre tenía una casa en el Centro Histórico que compartía con su hermana, con la que se dice sostenía relaciones incestuosas. 

Para celebrar su cumpleaños, todos los años organizaba una fiesta, en la cual realizaba un brindis en el que repetía las mismas palabras: 

“Brindo por mi hermana, por mi ánima y por el 20 de mayo de 1701” 

Después de un tiempo, su fortuna crecía y su celebración se mantenía de la misma manera; hasta llegar a la noche del 20 de mayo de 1701, día que mencionaba en cada brindis.  Justo en el momento de sonar las doce de la noche, se escuchó una fuerte detonación seguida de un extraño silencio que alertó a todos los vecinos. Al día siguiente, los pobladores tocaron a la puerta sin obtener respuesta alguna, pero no obtuvieron respuesta. Llamaron al alcalde para que pudiera abrir la casa y al entrar, encontraron una escena terrible; su hermana que al parecer había sido asesinada por él, estaba tirada con un charco de sangre rodeándola y Don Bartolo por otra parte, estaba pegado al techo totalmente carbonizado. 

Se dice que el adinerado hombre hizo un pacto con el diablo, pues encontraron un aparente contrato en su guardarropa. Se cree que Don Bartolo cambio su alma por gloria y riquezas, logradas por robos y negocios sucios. 

El plazo era medio siglo y se cumplía en la fecha tan mencionada por él: 20 de mayo de 1701. 

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