Ed Gein, ‘el Carnicero de Plainfield’, un perturbador caso que inspiró películas
La infancia y la adolescencia marcan la vida de los asesinos en serie, y Edward Theodore Gein, conocido como Ed Gein, no fue la excepción. Con un padre maltratador y una madre estricta y fanática religiosa, Gein desarrolló una relación obsesiva e incestuosa con su madre, lo que desencadenó en una fascinación por la sangre y la tortura.
Nacido en 1906 en Wisconsin, Gein creció en un ambiente aislado y dominado por su madre, que le prohibía tener amigos. Tras la muerte de su padre y su hermano en circunstancias sospechosas, y luego el fallecimiento de su madre en 1945, Gein se sumergió en un mundo de fantasías macabras.
Su patología se manifestó en el robo de cadáveres de mujeres para crear su propio «cementerio privado» en su casa, donde realizaba grotescas actividades con los cuerpos. En 1954 y 1957, asesinó a dos mujeres, Mary Hogan y Bernice Worden, respectivamente, utilizando sus cuerpos para satisfacer sus perturbadoras fantasías. Fue detenido en 1957 y confesó los crímenes, aunque negó haber practicado canibalismo.
Tras ser diagnosticado con esquizofrenia, Gein fue declarado no apto para juicio y fue internado en un hospital psiquiátrico. Su historia inspiró películas como «Psicosis» de Alfred Hitchcock y «La Matanza de Texas», entre otras.