El abrazo del rescate, una historia que cambio a la medicina

Si bien la ciencia ha demostrado avances sorprendentes con el paso de los años, también existen casos que la superan, los cuales parecen “milagrosos”. 

Tal es el caso de las gemelas Brielle y Kyrie, quienes nacieron en 1995 con tal solo doce semanas de gestación. En ese tiempo, se creía que colocarlas en incubadoras separadas era lo mejor, pues con esto podían prevenirse las infecciones. 

Desafortunadamente, cuando Kyrie evolucionaba correctamente, su hermana Brielle empeoraba; su nivel de oxígeno había alcanzado niveles bajos y su peso no estaba aumentado. 

Casi un mes después, Brielle se encontraba en una condición más grave, sus brazos y piernas se habían vuelto azules, además su ritmo cardíaco se aceleró, tanto que los familiares y médicos se preparaban para lo peor. 

Entre todas las posibles soluciones, la enfermera Gayle Kasparian le pidió a la familia probar un método que era popular en Europa, el cual consistía en colocar a ambas bebés en la misma incubadora. 

Los padres de las pequeñas aceptaron, ya que no tenían nada que perder y una vez realizado esto, el corazón de Brielle comenzó a estabilizarse casi por milagro. 

Una escena que causó demasiada emoción fue que mientras dormía, Kyrie movió su brazo a su hermana y la “abrazó” por completo; este fue lo único que Brielle necesitaba para recuperarse por completo. 

Una vez estabilizadas, recibieron el alta y fueron entregadas a sus padres, quienes continuaron con la terapia en casa. Ambas fueron colocadas en la misma cuna, lo que provocó una mejora completa en ambas. 

Este caso provocó que la Universidad de Massachusetts Memorial analizara alrededor de cien casos de bebés prematuros, quienes compartieron incubadora con su hermano. 

Dichos resultados demostraron que en el 100 por ciento de los casos, los bebés permanecieron sanos y mostraron mejorías; en ninguno de los casos se presentó infección.