El desempleo en Chile alcanza 9 por ciento
El desempleo en Chile subió al 9 por ciento, el mayor en una década, empujado por la pandemia del nuevo coronavirus que dejó a 814.000 personas sin ingresos formales
Redacción
La cifra divulgada el viernes por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) no considera a más de 550.000 personas que tienen suspendidos sus trabajos por una ley de protección del empleo y que viven de subsidios que rebajaron un 70% sus sueldos. Tampoco incluye a miles que dejaron de buscar empleo.
En Chile, como en el resto de la región, las cuarentenas obligatorias para frenar la expansión del virus paralizaron las economías locales, excepto la industria alimenticia y farmacéutica y los servicios básicos.
Según el INE, el 9% registrado entre febrero y abril sólo es comparable al trimestre marzo-mayo de 2010, cuando la tasa de desocupación alcanzó el 9,1%.
El economista David Bravo, director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Universidad Católica, dijo que más de medio millón de trabajadores tienen sus contratos suspendidos.
En tanto, miles de chilenos fueron despedidos o debido a las cuarentenas obligatorias no pueden desempeñar sus trabajos independientes, a los que se suman decenas de miles de vendedores callejeros.
El gobierno del presidente Sebastián Piñera ha entregado unos 17.000 millones de dólares desde el inicio de la pandemia, el equivalente al 7% del Producto Interno Bruto, en diversas ayudas a las empresas y a familias vulnerables.
La última medida consiste en la entrega de 2,5 millones de cajas con alimentos para dos semanas. Pero en una semana se distribuyeron 126.000, lo que ha generado múltiples protestas. “Tenemos hambre”, dicen los carteles de los manifestantes que protestan en las barriadas pobres. A ese ritmo, las canastas tardarán más de dos meses en llegar a sus destinatarios.
Las autoridades coinciden en que el desempleo bordeará las dos cifras en mayo, cuando empezó a regir una cuarentena obligatoria para unos ocho de los 18 millones de chilenos que viven en el gran Santiago, que concentra más del 80% de los cerca de 90.000 casos de COVID-19 y 900 muertos.
Los contagios se concentran en las zonas vulnerables, donde centenares de miles de personas viven hacinadas y muchas infringen el encierro para buscar ingresos.
El ministro de Hacienda, Ignacio Briones, ha dicho que se necesitarán políticas audaces y agresivas porque cuando pase lo peor de la crisis “nos vamos a encontrar con alto desempleo, con empresas que van a quedar en el camino, con otras que van a estar en la cuerda floja, con pérdida de ingreso significativa de las familias, con un aumento de la pobreza”.