El último gran truco de Houdini

El 5 de agosto de 1926, el ilusionista austrohúngaro, Harry Houdini, realizó su última y más grande hazaña al pasar cerca de 91 minutos dentro de un ataúd sumergido en una piscina. 

Actualmente Houdini es considerado por muchos el mago más famoso de la historia moderna, por este acto y más de su carrera.

Durante esta actuación, convocó a la prensa al hotel Shelton en Nueva York y entró a un ataúd de metal y posteriormente fue introducido a la piscina. 

Días antes, en julio de 1925, un mago llamado Rahman Bey entró en una caja metálica y luego fue sumergido en una piscina. Tan solo una hora después, consiguió salir vivo y no perdió la oportunidad para retar a Houdini.

Houdini por su parte, practicó el acto durante semanas, consiguiendo desde el primer intentó superar los 60 minutos de Bey, pero deseaba más. 

Tras superar los 60 minutos, el asistente de Houdini usó el teléfono que conectaba a las superficie con el interior del ataúd, a pesar de esto, decidió permanecer ahí. 

Después de ese gran reto, Houdini moriría, esto después de aceptar el desafío de unos estudiantes universitarios que aseguraban que él no soportaría sus golpes. Uno de esos golpes, sin embargo, impactó en su dañado apéndice que terminó por explotar, causándole una peritonitis por la que ingresó a urgencias el 25 de octubre.

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