En Uruguay reabren museos y galerías de arte

Museos, centros culturales, teatros, cines y salas de espectáculos fueron habilitados por el gobierno de Uruguay para recibir público

Redacción

Éste es el primer país de América Latina que consigue hacerlo en todo su territorio en medio de la pandemia del nuevo coronavirus.

El protocolo se dio a conocer el viernes, y entre lunes y martes abrieron museos y centros culturales. Para los teatros, cines y otras salas, la medida ya entró en vigor pero será sobre el fin de semana cuando retomen sus actividades. Para la reapertura de estos espacios las autoridades exigieron un estricto protocolo que se flexibilizaría si la situación sanitaria lo permite.

Uno de los primeros en abrir durante la jornada fue el Museo Nacional de Artes Visuales (MNAV), que tiene unas 6.700 obras.

“En los museos es más sencillo, lamentablemente va menos gente”, explicó el martes Mariana Wainstein, directora de Cultura uruguaya, a The Associated Press.

A diferencia de otros países latinoamericanos —como Argentina, Perú y El Salvador, que aún mantienen gran parte de sus actividades en pausa— los bares, restaurantes, centros comerciales, escuelas y actividades industriales de Uruguay volvieron a operar desde hace semanas. Sólo las salas de artes escénicas, museos, centros culturales y espectáculos deportivos permanecían inhabilitados desde el 13 de marzo, cuando se decretó la emergencia sanitaria en el país.

El protocolo aprobado por el Ministerio de Salud Pública exige un aforo de 30% o cinco metros cuadrados por visitante a los museos. Asimismo, requiere —entre otras cosas— capacitación del personal, desinfección detallista, ventilación natural, uso de cubrebocas y señalización en el piso para mantener dos metros de distancia. Todo el personal deberá firmar su consentimiento al protocolo.

Desde que se difundió esta reglamentación en redes sociales, varios artistas comenzaron a preguntarse por qué se toleran aglomeraciones en el transporte público o en los centros comerciales, pero se hace un control tan estricto de las actividades culturales.

“Este año nos obliga a adaptarnos a una libertad que tiene un viso de absurdo. El arte es todo lo contrario a la distancia social”, dijo Wainstein a la AP. La directora de teatro y gestora cultural confía en que “el protocolo va a ir evolucionando, es dinámico. Vemos, medimos y seguimos adelante”.

La primera visita del MNAV ocurrió media hora después que abrieron las puertas. “Ya lo tenía planificado, empiezan a abrir los museos y me vine”, explicó a la AP Cecilia Pollio, de 62 años.

El protocolo no recomienda que a los museos ingresen personas mayores de 65 años, pero el presidente Luis Lacalle Pou ha hecho énfasis en “la libertad responsable” de la ciudadanía para cuidarse y cuidar a los demás. La responsabilidad que el gobierno pide a los uruguayos se sustenta en el trabajo del grupo científico que asesora al Poder Ejecutivo y que se repite como uno de los factores que al parecer permitieron controlar la epidemia en el país sudamericano que actualmente tiene solo cuatro personas en cuidados intensivos.

En lo que va de la pandemia, Uruguay ha registrado 1.291 contagios y 36 muertes.

Enrique Aguerre, director del MNAV, destaca el óleo “Un episodio de la fiebre amarilla en Buenos Aires”. La obra realista y simbolista del pintor Juan Manuel Blanes muestra a un bebé gateando en el piso en busca del pecho de su madre muerta y un padre fallecido en un camastro mientras dos doctores abren la puerta de una casa en San Telmo, Buenos Aires.

Las cifras varían pero la más admitida es que esa pandemia le costó el 7% de la población porteña, 14.000 personas en 1871. Un año después la enfermedad cruzó el Río de la Plata a Montevideo. Fue la causa de fallecimiento de casi 500 personas, el 0,45% de los habitantes de la capital por entonces.

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