La historia que guarda el «Teatro Iturbide»
Tras la Independencia de México, en Querétaro, se empezaron los planes de tener un espacio céntrico que sirviera como teatro, con el fin de desarrollar múltiples actividades culturales en aquel entonces, además de que fungiera como lugar de entretenimiento.
Finalmente se acordó llevarlo a cabo en un terreno de 994, 043 metros, que se encontraba ubicado entre las calles de la Alhóndiga y primera de San Antonio, o lo que hoy conocemos como Ángel Peralta y Benito Juárez, frente al jardín Guerrero.
Tras varios acontecimientos postindependencia, invasiones y golpes de estado, el proyecto por fin se concretó y el 29 de abril de 1852, se bendijo el espacio teatral para así, el 2 de mayo del mismo año se abriera el telón y la gente pudiera disfrutar una función de la obra “Por dinero baila el perro y por pan si le dan”.
Dos años más tarde, el 15 de septiembre se llevaría a cabo la primera presentación del Himno Nacional, la promulgación de la Constitución de 1857, y en el siguiente siglo, entre 916 y 1917, se realizaron los protocolos para la promulgación de la actual Constitución de los Estados Unidos Mexicanos.
Sin embargo, en 1922, se llevaron a cabo ciertas reformas al teatro, debidos mantenimientos y la propuesta de cambiarle el nombre, que estuvo a cargo del gobernador del estado José María Truchuelo.
Ya con el acuerdo de la ciudadanía de renombrar al recinto, el 5 de febrero de ese mismo año se le cambió de “Teatro Iturbide” a “Teatro de la República», el cual, exhibe hasta la fecha en la parte superior de su entrada principal
En 1929, se formó una convención con políticos mexicanos que daría pie al nacimiento del Partido Revolucionario Institucional.
Y cada aniversario de la firma de la Constitución, se hace una ceremonia conmemorativa dentro del recinto, este lugar guarda mucha historia y detalles en sus adentros que narran anécdotas culturales, políticas y sociales, todo un estandarte de la riqueza queretana en esta áreas