La importancia de Javier Bátiz en la música

El pasado 14 de diciembre, partió de este mundo Javier Bátiz, quien por muchos es considerado como el padre del rock mexicano y es que no es para menos, ya que él fue la inspiración de muchas bandas y músicos mexicanos, es más, por si no lo conoces, déjame te digo que es nada más y nada menos que el maestro y mentor de Carlos Santana; si tampoco lo conoces… pues te recomiendo que los cheques y luego me cuentas qué tal.

Javier nació un 3 de junio del año 1944 en Tijuana, Baja California y desde los 13 años de edad ya formaba parte de agrupaciones de música inspirados en los sonidos de blues y el R&B que venía de Estados Unidos, al sentir que a esta música le hacía falta el «sabor» y la mezcla de México, logró crear un sonido único y atrapante que conectó con una juventud necesitada de una moda por seguir.

Fue su estilo único, su energía en el escenario y ese feeling con el que se deslizaba en el diapasón de la guitarra lo que lo colocó como un ícono del rock, hasta que un día llegó a los oídos de Carlos Santana, quien desde ahí quizo acercarse para convertirlo en su mentor, fue él el que mencionó que Bátiz lo introdujo a la guitarra eléctrica y lo convirtió en lo que es.

Su partida deja un hueco bastante grande en la cultura popular, pero esto no es más grande que su legado y su motivación a los artistas latinoamericanos, por más de 60 años se mantuvo vigente, sacando música hasta este último año, sorprendiendo con un nuevo disco en mayo, luego de que su último trabajo fuera en 2016.

Fue ícono en los 60, trascendiendo en los 70, y consolidándose como un absoluto maestro de la guitarra eléctrica, estuvo presente en los movimientos más fuertes del Rock n’ Roll en México, aunque curiosamente estuvo ausente en uno, el Festival Avándaro, el cual marcaría un antes y después en los conciertos y la música en el país.

Hace tres días que la guitarra de batir se apagó de manera definitiva pero su sonido seguirá llegando a los oídos de muchas personas que se acerquen a conocer un poco de la historia de este género musical en México; fue después de varios achaques físicos que Bátiz tuvo que ser hospitalizado, por lo que se determinó que tenía una neumonía agravada por altos niveles de glucosa en su organismo, por lo que tuvo que ser intervenido.

Tras la cirugía, el músico se mantuvo optimista, sin embargo, su condición parecía no mejorar del todo, fue así que en junio de este mismo año declaró en una de sus últimas entrevistas lo siguiente:

”No hay otra manera de salir de esto que manteniéndose alegre, viendo a los amigos, platicando, celebrando y haciendo música. Eso es lo que me ha mantenido bien durante tantos años: la guitarra”.

Todos estos problemas de salud que arrastró durante los últimos meses de su vida se venían derivando de un cáncer de próstata que presentó hace algún tiempo y que este diciembre por fin le dejó dar sus finales latidos al padre del rock mexicano, al maestro de la guitarra, a un alma libre, rebelde, y muy a su modo, uno de los mejores músicos que se ha parido en México, descanse en paz, Javier Bátiz.

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