La realidad de donde proviene la cera de las abejas

A diferencia de otros animales, las abejas se encargan de producir de forma independiente la sustancia con la que crean su nido. Generalmente los insectos lo hacen recogiendo sustancias que se encuentran en el exterior, entre ellas plantas, barro y vegetales. 

Para crear su “colmena”, estas producen cera, la cual proviene a través de sus glándulas ceripáricas, que se encuentran ubicados en su abdomen en forma de placas. 

En cada una de estas placas, hay dos zonas que tienen una forma ovalada denominada “espejos de cera”, de la cual sale la secreción grasosa de las glándulas. 

Las escamas de cera tienen una forma de pentágono irregular, el cual es bastante pequeño; para poder conseguir un gramo, se necesitan cerca de 2000 escamas. 

Es importante mencionar que la abeja obrera posee varias glándulas cereras, las cuales comienzan a funcionar a partir de los 12 días de edad, pero cuando estas llegan al día 18 de vida, tienden a ser menos productivas, por lo que los ejemplares que alcanzan esta edad son trasladados a otras zonas de la colmena. 

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