La Voz del Poder

Una de abogados. Trascendió en el curso de la semana un supuesto zafarrancho en el restaurante Chucho el Roto, donde se dieron cita miembros del Colegio de Abogados Litigantes. Según los cables que llegaron hasta esta columna, al lugar arribó el hijo de un excomerciante de la central de abastos (y expulsado de dicho Colegio) que, fiel a su estilo, hizo presunción de su poder e influencia. El cable habla incluso de un altercado que casi llegó a los golpes. Esta persona no cambia.

Vacunatón. Circuló un oficio de la coordinación administrativa de la Rectoría de la UAQ en el que se “informa” sobre lo que se recaudó para el desarrollo de la vacuna Quivax así como los rubros en los que se gastó el recurso que entregó la sociedad queretana. Como si se tratara del informe de una sociedad de alumnos de preparatoria, solo se enumeran 8 puntos (así, sin aportar facturas o ya mínimo un recibo hecho en servilleta). Quieren dar por cerrado ese asunto con un pincelazo, ante el arranque del proceso electoral en la UAQ. Las dudas sobre el manejo de ese recurso permanecen y al parecer la vacuna de Gualito nunca verá la luz del día. Buen negocio.

Firmas. “Muchas”, fue lo que contestó un aspirante a encabezar el Frente Amplio Opositor cuando le preguntaron sobre su conteo de firmas. Días después trascendió que a penas rozaba los 5 mil apoyos. Esto me recuerda a la estrategia que usó el priista Pablito Meré hace años, que le tiró a la gubernatura para caer en la regiduría; apuntó muy alto, pues en algún lugar caería la piedra. Y lo consiguió.

Libros de texto. Tan malos los chairos como los fachos radicales. Tenga cuidado de lo que ve en redes en torno a los “errores” en los libros de texto. Sí hay algunos tropiezos que dan risa y tristeza, pero otros son inventos que tarde o temprano les explotará en la cara a los que manipularon las imágenes. Sí se vale la grilla pero no de esa manera tan burda.

Tragedia del Rébsamen. ¿De verdad la tragedia del colegio Enrique Rébsamen, en CDMX, ameritaba una mención en los nuevos libros de texto? ¿De verdad ese acontecimiento definió o incidió en la vida nacional? Se ahogan entre sus propias babas los cuatreros. Quieren crear su “historia”. No cabe duda de que son fieles orwellianos de 1984

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *