Los rumores detrás del cadáver de Maximiliano de Habsburgo

El emperador austriaco del Segundo Imperio Mexicano, Maximiliano de Habsburgo, fue perseguido y arrestado en Querétaro, para después ser fusilado en el Cerro de las Campanas por órdenes de Benito Juárez. 

A pesar de haber sido fusilado en la entidad queretana, el cuerpo del emperador no descansó ahí. Este fue embalsamado por el doctor Vicente Licea, para ser enviado a la CDMX, donde cayó en un arroyo y quedó totalmente empapado. 

Algunos rumores aseguran que Licea realizó un trabajo pésimo y que además, se encargó de vender cualquier tipo de objeto que hubiese tenido contacto con el cadáver, a mujeres de la alta sociedad queretana. 

Asimismo, se dice que partes de cabello y barba del emperador fueron vendidos, así como sus ojos, que fueron reemplazados por unos de cristal. 

Otro de los datos interesantes del fallecimiento del emperador es que fue fusilado el 19 de junio de 1867 y su cuerpo llegó a Trieste para ser identificado el 16 de enero de 1868; este fue identificado por el Kaiser Francisco José, quien mandó a sellar el féretro permanentemente. 

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