Melchor Ocampo: El promotor del matrimonio civil que nunca formó una familia
Popularmente conocido como Melchor Ocampo, José Telésforo Juan Nepomuceno Melchor de la Santísima Trinidad Ocampo Tapia, fue una figura destacada durante el gobierno de Benito Juárez en México; se desempeñó como Ministro de Relaciones Exteriores, fue uno de los principales redactores de la Ley del Matrimonio Civil, estableciendo el matrimonio como un contrato civil regulado por el estado. Esta ley incluía la famosa Epístola de Ocampo, que debía leerse completa en las ceremonias de bodas civiles.
Pese a su defensa del matrimonio civil, Melchor Ocampo nunca formó una familia ni contrajo matrimonio. Su vida personal pudo haber influido en esta situación. Fue adoptado por Francisca Xaviera Tapia y Balbuena, quien lo cuidó hasta los 17 años, cuando ella falleció. Francisca ya tenía una hija adoptiva, Ana María Escobar, quien se convirtió en la «nana» de Melchor.
Al morir, Francisca dejó la hacienda de Peleo, en Michoacán, como herencia para sus hijos. Sin embargo, Melchor y Ana María terminaron enamorándose profundamente. En 1839, Ana María quedó embarazada de su hermano adoptivo, y decidieron ocultarlo. Melchor emprendió un viaje a Europa, mientras que Ana María se fue a vivir a Morelia.
La primera hija de Ana María y Melchor, llamada Josefa, fue llevada a un internado, donde Melchor la visitaba sin revelar su verdadera identidad como padre. Al darse cuenta del asombroso talento de su hija, decidió no separarse de ella. Además de Josefa, tuvieron tres hijas más: Petra, Julia y Lucila. Aunque siempre estuvo presente en la vida de sus hijas, Melchor nunca aceptó abiertamente ser su padre.
En 1861, Melchor fue secuestrado y asesinado. Fue entonces cuando, a través de una carta, reveló a sus hijas la verdad sobre su relación. Les confesó que su nana, Ana María, era en realidad su madre, y él, su padre. También adoptó oficialmente a Clara Campos, hija del administrador de su hacienda, con quien también había tenido una relación secreta. Juntos, tuvieron un hijo llamado Melchor Ocampo.
La vida personal de Melchor Ocampo estuvo marcada por amores ocultos y una compleja dinámica familiar. A pesar de no haber formado una familia convencional, su legado como promotor del matrimonio civil y sus contribuciones al desarrollo de México siguen siendo reconocidos hasta el día de hoy.