Plañideras, el oficio del llanto

La muerte de las personas siempre trae consigo una que otra lagrima, sin embargo, no todas las personas que partían tenían personas que les lloraran, es por esto que mujeres vieron una oportunidad de beneficiarse de esto, por lo que empezaron a alquilar su llanto.

Se les denomina “plañideras” a todas aquellas mujeres que lloraban la muerte de alguien aún sin conocerlo, pero actuaban como si de alguien cercano se tratara.

El origen de este oficio se remonta hasta Egipto, pero en este caso en particular llegan a México hasta años posteriores a la Revolución Mexicana, sobretodo en la zona centro de Querétaro, San Luis Potosí, Guanajuato, Ciudad de México y Estado de México.

En el municipio de San Juan del Río, Querétaro, los hacendados eran los principales compradores de este servicio para que la despedida de sus seres queridos fuera mucho más impactante

“La gente adinerada traía a este tipo de personas a llorarle al muerto, se le daba una descripción de quién era la persona, muchas veces ya conocía al hacendado o a la familia del hacendado y empezaron a hacer estas dinámicas de llorarle, a través del llorar era un honor, era resaltar al personaje, lo que fue en su vida, tanto buena como mala”, menciona Francisco Landeros Layseca, secretario de Desarrollo Económico, Empresarial y de Turismo de SJR.

De igual manera, recurrían a ellas cuando los seres fallecidos no eran tan queridos por su familia o habían muerto solos, por lo que se comenzó a hacer un trabajo de tradición que pasaba por generaciones.

El cronista de San Juan del Río Neftalí Sáenz Bárcenas explica a detalle cómo era su modo de operación y en sus palabras, eran unas personas que, de forma incógnita llegaban sollozando ataviadas con velo negro, con luto y empezaban a llorar y a hablar de bondades que a lo mejor no tenía el difunto, la cuestión aquí era hacer sentir a los que acudían, un sentimiento de bondad hacia el difunto que estaban velando, de modo que pudieran condolecerse del mismo y poder entonces llevar un buen entierro.

A más de medio siglo de distancia, el municipio busca mantener viva esta tradición haciendo una competencia en donde participan decenas de mujeres de diferentes partes de México y que además congrega a miles de personas para ver a mujeres sollozar frente a un ataúd vacío; hoy en día la connotación que utilizan es mucho más cómica, sin embargo, la preparación de las mujeres sí es similar a la que utilizaban en aquellas épocas.

De igual manera, Doña Olga Ibarra, fue la ganadora del concurso de este 2022 y mencionó que es la segunda que vez que participa y gana además de ser plañidera en la vida real puesto que esta práctica la lleva a cabo en funerales, misas y rosarios a la que la invitan.

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