Protestas en Sudáfrica han dejado casi mil 300 detenidos y poco menos de 100 muertos.

Sudáfrica lleva casi una semana inmersa en una oleada de violentas protestas y saqueos masivos, en los que se han incendiado centros comerciales y se han propiciado enfrentamientos con la policía, la cual ha respondido con balas de goma. Dichas manifestaciones han dejado alrededor de mil 300 detenidos y poco menos de 100 muertos.

“El camino de la violencia, de los saqueos y de la anarquía sólo lleva a más violencia y devastación. Lleva a más pobreza, más desempleo y más pérdida de vidas inocentes. Esto no es lo que somos como pueblo”, dijo en un mensaje a la nación el presidente Cyril Ramaphosa.

A su vez, Ramaphosa, advirtió también acerca de que la continuación de las protestas y los saqueos podría socavar aún más la respuesta al covid-19 y el despliegue de la vacunación en el país, pues varios centros de vacunación se han visto obligados a dejar de administrar dosis a causa de la violencia.

Los disturios comenzaron el pasado viernes en KwaZulu-Natal, lugar natal del expresidente Jacob Zuma, quien el pasado 29 de junio fue condenado a 15 meses de cárcel por desacato judicial tras haberse negado repetidamente a declarar por corrupción y, a pesar de que el exmandatario se entregó pacíficamente a las autoridades a última hora del miércoles, Zuma insistió en días previos en que era víctima de una persecución político-judicial y en que la pena de prisión sería para él una “sentencia de muerte”.

En ese contexto, sus simpatizantes salieron a cortar carreteras como muestra de apoyo.