Europa intenta reactivar el turismo en algunas regiones
En todo el sur de Europa, en localidades cuya economía depende del turismo, las autoridades analizan formas de atraer visitantes
Redacción
En todo el sur de Europa tratan de buscar un equilibrio entre la prevención de contagios y las necesidades económicas, y sopesan medidas que permitan reanudar el turismo sin correr riesgos.
El distanciamiento social puede funcionar en los restaurantes, pero no en los nightclubs. Alexandrou dijo que este verano esos locales nocturnos “tratarán de sobrevivir”, no de ganar dinero.
Una idea bajo estudio es pedirles a los visitantes que se hagan pruebas del COVID-19 antes de viajar. Chipre oficialmente ha tenido 916 contagios y 17 muertes.
El viceministro de turismo Savvas Perdios dijo que Chipre inicialmente tratará de atraer turistas de países vecinos que han logrado contener el virus, como Grecia, Israel, los Emiratos Árabes Unidos y algunas naciones del centro y el norte de Europa.
Las autoridades se tomarán más tiempo para sopesar la marcha de la pandemia en el Reino Unido y en Rusia, los países que más turistas hacen llegar a Chipre.
Los turistas deberán llegar con distintas expectativas, dispuestos a aceptar medidas para evitar contagios.
Christos Angelides, presidente de la Asociación de Directores de Hoteles de Chipre, dijo que pronto se anunciarán reglas por las cuales apenas un turista se monta en un autobús o un taxi en el aeropuerto, su equipaje será desinfectado y será llevado directamente a su habitación. La registración será electrónica, con el personal de la recepción protegido por un panel de plexiglás. Los empleados de la limpieza usarán equipo protector.
Quienes quieran visitar Portugal podrán corroborar si el hotel tiene el sello de “Limpio y Seguro” que dan las autoridades locales. El sello indica que la instalación, ya sea un hotel, restaurante u otro sitio, ha acatado las recomendaciones de higiene y seguridad para proteger a los visitantes del virus.
La idea fue bien recibida por un sector que representa el 15% del producto bruto interno de Portugal y el 9% de los empleos. Para conseguir el sello hay que tomar clases virtuales que tienen 4.000 inscriptos por semana.
Portugal y Chipre están en extremos opuestos del Mediterráneo, pero comparten el mismo desafío: Deben buscar un equilibrio entre el distanciamiento social y normas higiénicas por un lado, y la diversión y el relajamiento por el otro.
El gobierno portugués dijo que las discotecas serán los últimos sitios en reabrir, pero muchos hoteles se preparan para empezar a recibir huéspedes a partir del 1ro de junio.
Algunas de las novedades: Deberán pasar 24 horas entre la partida de un huésped y la llegada de otro para que se pueda hacer una limpieza profunda y airear la habitación. Ya no habrá que esperar por reposeras, pues se asignará una a cada huésped. Difícilmente haya un buffet en el comedor, pero sí se llevará comida a las habitaciones.
Otro dilema es cómo reabrir las playas.
Portugal piensa hacerlo el 6 de junio. La gente deberá guardar un metro y medio (casi cinco pies) de distancia y las sombrillas tres metros. Carteles y una aplicación con los colores verde, rojo y amarillo dirán si la playa está llena, a medio llenar o casi vacía. No se permitirán botes a pedales ni toboganes de agua.