IMSS combate exitosamente el Parkinson con la novedosa estimulación cerebral profunda
El Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional (CMN) Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ha mejorado la calidad de vida de diversos pacientes con Parkinson mediante el tratamiento neuroquirúrgico de estimulación cerebral profunda (DBS, por sus siglas en inglés), que controla con pequeñas frecuencias los síntomas de esta enfermedad crónica.
Hace 15 años al señor Mario Olvera Cárdenas, de 64 años de edad, le colocaron un electrodo neuronal, ya que presentaba síntomas de rigidez a causa del Parkinson. Con este procedimiento mejoró su calidad de vida y actualmente continúa con un óptimo tratamiento por parte del personal de salud del Hospital de Especialidades “Dr. Bernardo Sepúlveda Gutiérrez”.
El señor Mario es monitoreado periódicamente mediante una tableta electrónica para conocer el estado de la batería del electrodo y del estimulador, además de realizarle pruebas físicas para valorar el progreso del procedimiento.
Después de levantar un par de veces su brazo izquierdo, y de abrir y cerrar los dedos de su mano sin que hubiera movimientos involuntarios, se figuró una sonrisa en el rostro del derechohabiente.
Su hijo, Óscar Olvera Olguín, expresó que el procedimiento neuroquirúrgico le permitió a su papá caminar y valerse por sí mismo, “él tiene mucha confianza con los médicos que lo han atendido”.
El doctor Carlos Fredy Cuevas García, director general del Hospital de Especialidades, del CMN Siglo XXI, señaló que el Parkinson es un padecimiento neurodegenerativo dentro del sistema nervioso central que afecta a personas mayores de 55 años, con un impacto global de 10 millones de pacientes con esta enfermedad.
Precisó que en México existen alrededor de 300 mil pacientes y en el Seguro Social son atendidos la mayoría de los pacientes que buscan servicios en la materia dentro de las instituciones integrantes del Sistema Nacional de Salud.
Destacó que la UMAE es pionera en el desarrollo de la modalidad quirúrgica para la enfermedad de Parkinson, la estimulación cerebral profunda, cuyo diagnóstico se hace con criterios clínicos, estudios de laboratorio, de gabinete y resonancias magnéticas, ya que habitualmente en el 80 por ciento de los casos se tiene que iniciar con tratamiento médico.
Explicó que para la cirugía se realiza una resonancia que sirve para calcular en dónde se insertarán los electrodos estimuladores dentro del cerebro; posteriormente se abre un orificio en el cráneo y se localiza el punto exacto para colocarlos. La intervención se realiza con el paciente consciente para que colabore con el equipo quirúrgico en precisar los niveles óptimos que generen una respuesta favorable.
Añadió que después, con anestesia general, se colocan debajo de la piel, por la parte de la nuca, los conectores que lleguen a la batería que suministra la estimulación eléctrica, la cual se injerta a la altura de la clavícula o del pectoral del paciente.
El doctor Carlos Fredy Cuevas abundó que si la elección del paciente para recibir el DBS es la adecuada, arriba del 70 u 80 por ciento mejoran su calidad de vida en los siguientes 10 años, mediante seguimiento médico continuo.