En 2021 México recibió 300 por ciento más solicitudes de refugio respecto al año pasado.

El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, informó que este año la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) ha recibido el triple de solicitudes de refugio respecto del año pasado, es decir 123 mil 187 solicitudes de refugio.

Sin embargo, el canciller aclaró que, pese a que las solicitudes han aumentado en aproximadamente un 300 por ciento, México no puede abrir su frontera sur para dar paso libre a los migrantes, pues expuso que no se trata de una decisión de algún funcionario sino de lo que establece la ley, por lo que llamó a los interesados en permanecer en nuestro país a solicitar protección a través de un trámite de refugio.

“Hay otro tema distinto que es la insistencia en que se les dé libre tránsito. En pocas palabras, que abramos la frontera sur, que hagamos una especie de excepción para pasar libremente a Estados Unidos , y ahí es donde está la diferencia (…) no es un tema de voluntarismo, sino la ley así lo establece, no es a discreción de un funcionario”.

 Aclaró que pedir refugio no quiere decir estar en una instalación migratoria y que la autorización se da relativamente rápido.

“Si se quiere refugio hay que hacer un trámite y en México la mayoría, alrededor de 95 por ciento, son resoluciones positivas (…) Lo que sí está pidiendo Comar es que se le apoye para acelerar la gestión ante este aumento enorme, de 300 por ciento”.

Asimismo, reconoció que la Comar requiere más personal y presupuesto, pues el organismo trabaja con el apoyo del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados y la Organización Internacional para las Migraciones.

Para enfrentar la situación está apoyando el gobierno y también la Organización de las Naciones Unidas, indicó Ebrard. 

Las principales nacionalidades de los solicitantes de refugio, en orden descendente, son: haitianos, hondureños, cubanos, salvadoreños, venezolanos, guatemaltecos y nicaragüenses, principalmente y generalmente las cuatro razones por las que abandonaron el último país de residencia son: explotación laboral (39%), xenofobia (38%), falta de oportunidades laborales (39%) y demora en trámites migratorios (29%).

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