La leyenda del árbol de las cruces

En la calle Ejército Republicano, frente a la plaza de los fundadores se encuentra el famoso templo de la Santa Cruz de los Milagros, justo en la cima de la loma de Sangremal, ahí se desarrolla una de las leyendas más famosas de Querétaro, el árbol de la cruz.

La leyenda dice que en este árbol, que pertenece a la familia de las mimosas, no crecen flores, en su lugar brotan espinas en forma de perfectas cruces.

Corría el año de 1967 cuando Fray Márgil de Jesús, uno de los primeros franciscanos que trabajó en la evangelización de los indígenas, llegó de misionero y trajo consigo el bastón en que se apoyaba para sus largas caminatas y lo clavó en los prados del ahora jardín de la iglesia.

El padre Márgil evangelizó durante más de 14 años en varias partes de Centroamérica hasta llegar por fin a la selva Lacandona en Chiapas, todos estos lugares son áridos, por lo que se consideraba que esta curiosa planta provenía de algún lugar como Honduras, El Salvador, Nicaragua o incluso del sur del país, pero nada de esto pudo ser comprobado.

Según los más fieles y devotos, el bastón de este fraile echó raíces en Querétaro como muestra de que Dios se encontraba en estas tierras.

A ciencia cierta no se sabe cómo ni por qué creció este magnífico árbol, lo que no se puede negar es que es fruto de muchas visitas a este convento encontrado en el corazón de la ciudad de Querétaro; hoy en día el árbol puede ser visto en el interior de la iglesia que se fundó en el año 1654 y funge como símbolo del nacimiento de la ciudad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *