La historia de “Las Poquianchis”, las hermanas más despiadadas de México
Las hermanas González Valenzuela, nacidas en El Salto, Jalisco, tuvieron una infancia complicada; principalmente por su padre alcohólico, que las maltrataba y golpeaba. Se cree que esto pudo ser lo que desencadenó el comportamiento atroz de las hermanas unos años después.
Delfina, María de Jesús, Carmen y María Luisa fueron conocidas por ser asesinas seriales, brujas y proxenetas, luego de que sus crímenes salieran a la luz en 1964 cuando fueron detenidas.
Fueron conocidas como “Las Poquianchis” debido al nombre de un burdel que crearon después de la muerte de sus padres, por el cual obtenían a sus víctimas y manejaban la red de secuestro y prostitución en Jalisco y Guanajuato.
De acuerdo con los reportes, las hermanas contaban con dos burdeles, uno en Guanajuato y otro en Jalisco, en este último estado a pesar de que la prostitución era ilegal, fue posible mantener el negocio gracias a las relaciones que habían hecho con las autoridades corruptas.
En ambos burdeles, las mujeres eran violadas, golpeadas y torturadas psicológicamente para ser obligadas a trabajar. Además, Las Poquianchis les vendían ropa y comida a precios elevados para crear una deuda imposible de pagar.
Según el registro de las víctimas, se encontraron 90 cuerpos en un cementerio clandestino, pertenecientes a mujeres jóvenes y niños.
Las Poquianchis fueron descubiertas luego de que una de sus víctimas escapara y denunciara los crimines antes las autoridades. En el momento que realizaron la detención, encontraron a 17 personas golpeadas, desnutridas y sucias.