Hace 229 años se utilizaba, por primera vez, la guillotina.

Puesto que los verdugos cometían errores en el uso del hacha o de la espada, se propuso emplear un aparato cuyo mecanismo decapitaría en un abrir y cerrar de ojos: la guillotina, máquina que se utilizó por primera vez un día como hoy pero de 1792 en París.

Desde al menos el siglo XVI se utilizaban mecanismos similares a la guillotina en diversos países de Europa, aunque al parecer no eran tan habituales, y en todo caso, estaban reservados a los reos de clase alta, sin embargo, en 1789, el médico Joseph Ignace Guillotin propuso un “nuevo artefacto” para que los condenados a muerte fuesen ejecutados sin sufrimiento y sin discriminación de clase, pues mientras los aristócratas estaban exentos de la tortura o el maltrato físico o psíquico, y cuando eran condenados a muerte sufrían decapitación, un método rápido y aparentemente indoloro, la gente del pueblo era ejecutada mediante métodos brutales, como la horca, el descuartizamiento o la hoguera.

En 1789, Guillotin presentó una propuesta que consistía en igualar las penas y a la vez “humanizar” su aplicación, pero no fue hasta marzo de 1792, que la Asamblea Legislativa, en cumplimiento del nuevo código penal, encargó al médico cirujano Antoine Louis, secretario perpetuo de la Academia de Cirugía, la elaboración definitiva del nuevo aparato para realizar las ejecuciones. Louis y su colaborador Tobias Schmidt, un fabricante de arpas, crearon un mecanismo inspirado en aparatos similares, pero mejorando su diseño y su funcionalidad con el objetivo de aminorar al máximo el dolor. La aportación principal de Louis fue el modelo de hoja con filo sesgado, para cortar limpiamente.

En dos semanas tuvieron listo el prototipo, se probó en cadáveres de animales y de personas, hasta que, finalmente se instaló en la plaza de Grève, frente al Ayuntamiento de París, y fue allí donde el 27 de mayo de 1792, Nicolás Jacques Pelletier, condenado por robo a mano armada, se convirtió en el primer ajusticiado de esta forma. La guillotina se convirtió en el instrumento de la política de terror, la última ejecución con este artefacto fue hasta 1977, antes de la abolición de la pena de muerte, cuatro años más tarde.

Cabe señalar que, tanto Guillotin como Louis lamentaron que su nombre quedara asociado al artefacto, el cual fue conocido como louison o louisette y, más comúnmente, guillotina.