Sesgos cognitivos

¿Sabías que los sesgos cognitivos nos pueden llevar a los humanos a tomar malas decisiones? Pero… ¿sabes lo que es un sesgo cognitivo? es una interpretación errónea sistemática de la información disponible, la cual ejerce influencia en la manera de procesar los pensamientos, emitir juicios y tomar decisiones, vulgarmente podríamos decir que son fallas en el “software” de nuestro cerebro.

Existen varios sesgos cognitivos, pero en especial estos 15 se encuentran  relacionados con la toma de decisiones: 

Sesgo de confirmación: este sesgo trata de la tendencia que tenemos todos a seleccionar todo aquello que es afín a nuestras ideas y menospreciamos todo lo que vaya en contra de ellas. 

La ilusión de serie: Esta significa que muchas veces las personas vemos patrones donde no los hay, el problema es cuando este sesgo nos lleva a perder todo el dinero apostando todo porque tuvimos una “intuición”, o caemos en supersticiones.

El Efecto Barnum o Forer: Las personas tendemos a tratar las descripciones vagas y generales sobre nosotros como si fueran descripciones específicas y detalladas. Por eso se forran los videntes y existen los horóscopos

La heurística de disponibilidad: El ser humano tiende a  sobrestimar la información que tiene disponible y la recuerda con más facilidad que otros datos. 

Sesgo de observación selectiva: Nuestros antepasados cuando se paseaban por la sabana se fijaban en cualquier cosa que se pareciese a un león, aunque fuese un arbusto con forma de león, la razón estaba clara, su supervivencia estaba en juego y mejor estar en una alerta selectiva. 

Sesgo de autojustificación: Muchas veces las personas tomamos decisiones que tienen muy difícil explicación. Este sesgo nace para parchear estas decisiones,nos ayuda a no sentirnos culpables con cosas que hemos hecho mal. Así, siempre podemos encontrar motivos para justificarnos, por muy cuestionables que sean.

Sesgo de retrospectiva:Es la propensión a percibir los eventos pasados como predecibles. El mítico “Si ya lo sabía yo”.

El pasado “color de rosa”: En este sesgo de memoria, solemos recordar los eventos pasados como más positivos de lo que realmente fueron. Lo que explica las nostalgias.

La Ilusión de control: Esta es la tendencia a creer que podemos controlar o al menos influir en hechos sobre los que no tenemos ningún poder. A nivel evolutivo esto tiene un punto positivo puesto que nuestra sensación de control aumenta 

La profecía autocumplida: En este sesgo va por partes. Primero partimos de una análisis irracional de una situación, luego necesitamos un comportamiento que se adecúe a estas expectativas y finalmente acabamos convirtiendo en real la definición previa. Esta espiral de autoengaño nos puede pasar en cualquier área de nuestra vida y suele hacernos mucho daño. 

Anclaje: Es la tendencia a empecinarse demasiado en la primera  información que se tiene para tomar decisiones. Es como si echáramos el ancla en una parte de la información provocando que nuestro cerebro genere un cierto número de creencias, comparaciones y jerarquías, que son inamovibles y no negociables. 

Coste irrecuperable: Solemos sobrevalorar todo aquello en lo que hemos invertido tiempo y esfuerzo, ya sean los 15 minutos que llevamos en la cola del supermercado o los 15 años de matrimonio con una persona a la que ya no queremos.

Inclinación a la negatividad: Damos más peso a las creencias y hechos negativos que a los positivos. 

Sesgo del Status Quo: Es la tendencia a querer que las cosas no cambien y que todo siga igual. Es un poco como el refrán de “Más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer”.

El efecto Dunning-Kruger: También conocido cómo Síndrome de la Superioridad Ilusoria es un sesgo según el cual las personas con menos conocimientos tienden a sobreestimar lo que saben de un tema mientras que aquellos más preparados se consideran menos competentes de lo que son.

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