Valentina Ramírez, ‘La Mulán Mexicana’, revolucionaria que inspiró el nombre de la icónica Salsa Valentina
En un rincón olvidado de la historia de México se encuentra la valiente y decidida Valentina Ramírez Avitia, una joven de tan solo 17 años que desafió las convenciones de su época al vestirse como hombre para luchar en las filas de la Revolución Mexicana.
Nació en la pequeña comunidad de San Antonio, cercana al Norotal en el municipio de Tamazula, Durango, el 14 de febrero de 1893. Provenía de una familia comprometida con el espíritu revolucionario, inculcado por su padre, un labrador y arriero. Pese a las intenciones de su padre de unirse a los ejércitos revolucionarios, lamentablemente falleció antes de lograrlo, por lo que su espíritu inspiró profundamente a Valentina, quien decidió tomar su lugar en la lucha por un México mejor.
A lo largo de la Revolución Mexicana, Valentina Ramírez, vestida como hombre, demostró ser una guerrera feroz, quien luchó incansablemente en el conflicto, lo que la hizo ganarse el apodo de «la Mulán Mexicana». Su foto fue publicada en la Semana Ilustrada el 7 de julio de 1911, con la descripción: «Muchacha revolucionaria. Srta. Valentina Ramírez de las fuerzas de Iturbe, antes del ataque a Culiacán.»
A pesar de su valentía en el campo de batalla, la vida de Valentina después de la Revolución fue difícil, pues al intentar reunirse con su familia, no fue bien recibida por sus hermanos, ya que no estuvo presente durante la muerte de su madre. Posteriormente, se casó con el coronel Federico Cárdenas y, más tarde, con Luis Célis. Sin embargo, a pesar de sus servicios como soldado, no recibió ninguna pensión y tuvo que sobrevivir con limosnas y trabajando como empleada doméstica.
En sus últimos años, Valentina Ramírez vivió en Navolato, Sinaloa, donde se ganaba la vida lavando y planchando ropa. Lamentablemente, en 1969, fue atropellada y enviada a un asilo de ancianos, pero logró escapar y continuó pidiendo limosnas hasta su fallecimiento el 4 de abril de 1979, a consecuencia de quemaduras provocadas por un incendio en su casa.
El legado de Valentina Ramírez, la valiente guerrera de la Revolución Mexicana, perdura en la Salsa Valentina, un producto icónico de la cocina mexicana. Esta deliciosa salsa picante lleva su nombre en honor a su valentía y determinación en un momento crucial de la historia de México.