Violet Jessop, popularmente conocida como «miss inhundible»

Violet Jessop, hija de dos irlandeses que migraron a Argentina en busca de una mejor vida, sin duda se convirtió en una mujer respetable y a pesar de no tener una “mejor” vida, si tuvo muchas anécdotas que contar. 

Violet tuvo una educación religiosa en un convento en Londres, donde vivió una de las épocas más felices, tal como lo explicó ella misma en sus memorias. 

“Las buenas monjas bretonas, exiliadas de Francia, eran tan alegres que era imposible quedarse triste o alicaída en su compañía” compartió Violet. 

Con tan solo veintiún años, Violet tuvo que lidiar con una madre enferma y imposibilitada para trabajar, razón por la que decidió abandonar su vida de estudiante y comenzó a buscar un trabajo. 

Tal como su madre, la joven decidió buscar un empleo en los navíos de la Royal Mail Line y obtuvo un empleo de camarera en 1910, donde se incorporó al equipo del RMS Olympic. 

La primera tragedia que Violet vivió en el mar fue el 20 de septiembre de 1911, cuando el transatlántico colisionaba con el HMS Hawke, un buque de guerra de la Royal Navy. Afortunadamente, el accidente no fue trágico y ambos buques pudieron llegar a un puerto, así como su tripulación regresó a tierra sana y salva. 

Posteriormente, un 10 de abril de 1912, Violet se adentro a la tripulación del RMS Titanic, el cual se disponía a surcar el Atlántico Norte y llegar a Nueva York, días después el sueño del Titanic se desmoronó, ya que un iceberg se cruzó en su camino, acabando con la vida de más de mil quinientas personas. 

Minutos antes de que el barco se estrellara contra el iceberg, Violet se disponía a leer una oración, la cual la protegería de “fuego” y de “agua”. El tremendo rugido del barco, despertó a Violet, quien se había quedado dormida en medio de la oración. 

Ya en cubierta, Violet tuvo la tarea de calmar a los viajeros mientras organizaba un grupo de mujeres y niños que subirían con ella en el bote número 16. Horas después, el RMS Carpathia rescataba a las personas que lograron escapar, entre ellos Violet. 

A pesar de la dramática experiencia, Violet decidió ahogar sus miedos y tres años después, se incorporó al Destacamento de Ayuda Voluntaria de enfermeras a bordo del HMHS Britannic. 

Desafortunadamente cuando este navegaba por aguas griegas, el 21 de noviembre de 1916 una bomba submarina alcanzó el barco. Violet repitió la historia, bajo por un bote salvavidas y a pesar de haber recibido varios golpes en la cabeza que le fracturaron el cráneo, esta fue rescatada milagrosamente. 

Después de haber sobrevivido a tres desastres del mar, decidió regresar a su trabajo como camarera, donde se retiró en 1950. Hasta sus ochenta y cuatro años, vivió tranquila y pudo dejar sus “memorias”, las cuales fueron publicadas bajo el título de “Titanic Survivor”. 

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