La trágica muerte del hermano de un presidente

Gustavo A. Madero fue un político y empresario nacido en Parras de la Fuente, Coahuila, en 1875. Proveniente de una familia acomodada, tuvo la oportunidad de estudiar en Estados Unidos y Europa, adquiriendo una educación privilegiada. Sin embargo, su vida daría un giro hacia la política, donde desempeñaría un papel fundamental.

Su incursión en la política se debió en gran medida a la influencia de su abuelo y, posteriormente, de su hermano Francisco I. Madero, líder de la Revolución Mexicana. Gustavo fue clave en la obtención de fondos económicos para financiar la revolución, contribuyendo así a un cambio significativo en la historia de México.

Tras la Revolución, Gustavo continuó su carrera política, fundando el Partido Constitucional Progresista. Sin embargo, desacuerdos con su hermano y decisiones controversiales marcaron su carrera. En 1913, durante un episodio conocido como la «Decena Trágica», Gustavo fue aprehendido junto con su hermano Francisco y el vicepresidente José María Pino Suárez.

La aprehensión de Gustavo terminó en una tragedia. Fue llevado al cuartel de La Ciudadela, donde fue torturado salvajemente por los soldados. A pesar de sus súplicas y ofrecimientos de dinero, fue asesinado de forma brutal e incluso le sacaron el único ojo que tenía Gustavo antes de morir. Todo bajo la mirada de sus superiores.