Francia en crisis: crecientes tensiones sociales y desigualdades exigen acciones contra la violencia policial
Un suceso violento ocurrió en Nanterre, una ciudad cerca de París, desencadenando disturbios y discusiones sobre la violencia policial en Francia. Nahel, un joven de 17 años, intentó huir en un automóvil deportivo cuando la policía lo detuvo para un control de tráfico. Fue disparado y perdió la vida.
Nahel era hijo único, trabajaba como repartidor de comida y soñaba con ser electricista. Aunque no tenía antecedentes penales, fue sometido a varios controles policiales desde 2021. Su familia tiene origen argelino.
El incidente ha causado indignación y disturbios en Nanterre y París. Se han quemado más de 40 vehículos, se han levantado barricadas y ha habido enfrentamientos. La policía ha arrestado a más de 600 personas hasta ahora.
Este hecho recuerda el caso de George Floyd en Estados Unidos en 2020. La brutalidad policial en Francia ha sido un tema preocupante, especialmente en el uso de armas de fuego en los controles de tráfico. En 2022, un número récord de 13 personas murieron en encuentros con la policía.
El aumento de vehículos que evaden los controles policiales es otro problema. En la última década, ha aumentado en un alarmante 50%, con 27,000 vehículos registrados en 2022. Esto plantea preguntas sobre las causas de este comportamiento y la respuesta violenta de la policía. Factores como las licencias de conducir por puntos, más controles relacionados con alcohol y drogas, y la desconfianza hacia la policía contribuyen a esta situación. Además, una ley de seguridad de 2017 amplió las circunstancias en las que la policía puede usar armas, lo que ha aumentado los disparos mortales contra vehículos en movimiento.
Estas tensiones están presentes en muchas áreas metropolitanas de Francia, donde los jóvenes de ciertos orígenes étnicos se sienten discriminados. Estas áreas enfrentan problemas sociales como la pobreza, el crimen organizado y viviendas en malas condiciones. Nanterre, donde ocurrieron los disturbios, es una de estas áreas.
El presidente Emmanuel Macron y su gobierno están tomando medidas para evitar una mayor escalada de violencia. Se ha aumentado la presencia policial en las calles y se busca abordar las tensiones sociales y las desigualdades en la sociedad francesa.